Las autoridades de Estados Unidos comenzaron a utilizar aviones para trasladar a los migrantes a zonas menos saturadas para su procesamiento, mientras que familias de solicitantes de asilo han sido transportadas en autobuses a Colorado para aliviar la presión sobre los sobrecargados albergues fronterizos de Texas y Nuevo México.
Varias decenas de migrantes llegaron el lunes en autobús a Denver como parte de las gestiones para ayudar a los apiñados albergues de El Paso, Texas, y de la vecina Las Cruces, Nuevo México, donde un refugio reportó que se estaba quedando sin comida.
Las organizaciones no gubernamentales en Las Cruces estaban agotando sus recursos y saturando sus servicios, señaló Claudia Tristán, portavoz de la gobernadora demócrata de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, cuya oficina ayuda en los traslados.
“Experimentan cierto desgaste, en especial con los voluntarios que han tenido que enfrentar esto”, comentó Tristán.
Los cruces fronterizos no autorizados han ido en aumento desde principios del año, y El Paso ha sido una de las regiones más ajetreadas. Tan sólo en abril, la Patrulla Fronteriza detuvo a casi 99.000 personas por ingresar ilegalmente y más de dos terceras partes de esa cifra representan a menores sin compañía de un familiar adulto o a adultos con niños.
Agencias
