Así aprovecharon migrantes la sequía para cruzar el río Suchiate y llegar a México

La sequía ha reducido a la mitad el nivel del río Suchiate, que separa a México de Centroamérica, donde los migrantes aprovechan la caída del afluente y la escasez de agentes fronterizos para cruzar sin restricciones.

La ribera luce desértica y, donde antes había suficiente agua, ahora los balseros que suelen llevar gente de Guatemala a la ciudad mexicana de Tapachula han socavado la tierra y usan costales de arena para tener profundidad en la navegación.

En ese mismo lugar, según se constató en el terreno, no hay presencia de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), de la Guardia Nacional (GN) o de alguna autoridad que vigilen el ingreso de migrantes.

Tan solo en Chiapas, estado de la frontera sur donde está Tapachula, más de la mitad del territorio vive condiciones de sequía, según el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que advierte que casi el 60 % de México tiene un grado de sequía de moderada a severa.

Como muestra el río Suchiate, la crisis del agua repercute en el fenómeno migratorio en México, que reportó una subida de cerca del 77 % en la migración irregular en 2023, con más de 782.000 extranjeros indocumentados detectados.

Según los propios migrantes, cruzan este afluente unas 1.000 personas a diario, unas se quedan en los campamentos improvisados, mientras que otras siguen de largo por toda la carretera con temperaturas superiores a los 35 grados.

Agencias